Siempre hay que ponerse del lado de la Patria y el Pueblo. Me refiero, en la actual coyuntura electoral, al hecho de tener más cerca que nunca la posibilidad de cambiar la historia derrotando a lo más oscuro de la política peruana: el fujimorismo, una versión peruana de la alianza de aquellos sectores corruptos de los grupos dominantes, sectores autoritarios proclives al fascismo, que sostienen un neoliberalismo rampante que se plasmó en la Constitución Política del Perú de una manera autoritaria:

- Artículo 11, por el que el estado no garantiza la salud. Ha hecho de la salud un negocio.

- Artículo 13, por el que el estado no garantiza la Educación. Ha hecho de la educación un negocio. 

- Artículo 63, único en el mundo, que otorga las mismas condiciones al capital nacional y al extranjero. Sabemos que el capital extranjero es más potente, por lo cual el Perú está en remate.

- Artículo 62, por el cual contratos lesivos no pueden ser cambiados por ley.

- Artículo 60, que prácticamente anula el rol promotor y planificador del Estado.

-Entre otros.  

Hay que confrontar al fujimorismo desde sus dimensiones ideológicas, políticas, económicas, sociales y culturales. El Frente Amplio es con Verónika Mendoza como abanderada, la verdadera alternativa frente al fujimorismo. Nuestra lucha para cambiar la Constitución pone al descubierto algunas de las bases del actual modelo que privilegia el lucro por encima del respeto a los derechos ciudadanos. La lógica neoliberal pretende seguir achicando el Rol del Estado. Nosotros no somos estatistas, pero el privatismo ya fracasó en nuestro país. El fomento de empleo digno con apoyo a la producción en el agro y la industria no es posible en el esquema del neoliberalismo, representado por Kuczinsky y Barnechea. Ambos, más el segundo que el primero, intentan adoptar una postura de defensa de los intereses del Pueblo manteniendo la Constitución, la lógica de los TLCs y el TPP.

 La creatividad de nuestros equipos de asesores económicos y culturales es encomiable. El desempeño de nuestra candidata a la Presidencia, Verónika Mendoza, es extraordinario. Nos resta menos de un mes de campaña. El escenario ha variado luego de la salida de Guzmán y Acuña. Todavía falta que un sector de nuestro pueblo conozca a nuestra candidata, nuestro símbolo, como votar. Sectores de la derecha liberal apoyan crecientemente a Barnechea, que aparece más “potable” que Kuczinsky para sectores desinformados, que son vastos. 

A mi juicio, la apuesta de los de la derecha liberal es Barnechea, que es la continuidad de Humala. Barnechea pretende que su interlocutor es el fujimorismo. Cuando ha dicho abiertamente, en múltiples oportunidades, que está de acuerdo con el modelo económico, elogiando los "números" del gobierno de García. Sabemos que el Frente Amplio es el REAL interlocutor de Fuerza Popular y de Keiko en materia ideológica. Hagamos de ello una bandera explícita de lucha político-electoral.  

Confrontemos con el fujimorismo. Esa es, a mi juicio, tarea de todos. Una tarea que la mística y el empeño de siempre nos indica que debemos redoblar. Sólo la polarización podrá vencer al fujimorismo. Una polarización electoral que no sólo debe contrastar la corrupción y la honestidad; sino también un debate ideológico sobre el país que queremos construir. Esto debe acompañarse con una fuerte organización ciudadana y un esclarecimiento ideológico que hizo falta en los últimos años.

Es hora de ponerse la Patria al hombro.